10 MUJERES VÍCTIMAS DEL CONFLICTO FABRICARON SUS HOGARES CON BLOQUERA DE BELALCÁZAR

El gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez, acompañado por el equipo de la Secretaría de Vivienda, realizó un importante recorrido de supervisión de la construcción de un total de 53 viviendas distribuidas en diversas localidades. Entre lo más destacado está el logro de la Revolución de la Vivienda en Belalcázar.
Diez mujeres víctimas del conflicto armado fueron las protagonistas de una nueva historia que resplandece en la Bloquera Comunitaria llamada Villa Diana. Sus vidas se han convertido en un testimonio tangible del poder transformador de la Revolución de la Vivienda, un programa que se convirtió en un faro de esperanza para centenares de familias.
Esas mujeres valientes han abierto las puertas de sus nuevos hogares, construidos con sus propias manos, con la fuerza de su cuerpo y con el sudor de su frente en medio de una determinación inquebrantable. Los cimientos de estas viviendas son una metáfora de la fortaleza que estas mujeres han demostrado a lo largo de sus años.
La mañana del domingo, las calles de Villa Diana se llenaron de emoción mientras las llaves se giraban en las cerraduras y las sonrisas en los rostros de estas mujeres y sus familias irradiaban una sensación de logro, dignidad y pertenencia.
Carmen Eliza Montoya, una adulta mayor de 77 años que hace 14 encontró en Caldas un lugar donde empezar a vivir en paz y con la certeza de que su nieto no sería reclutado por las guerrillas, es una de las almas que encarna la alegría que genera tener un hogar propio.
Como otras de las beneficiarias de la bloquera, su labor dentro de la construcción se centró en cuidar celosamente la integridad de los materiales que habrían de convertirse en su futuro hogar. Ahora, tras meses de trabajo incansable, compartirá allí su vida con su hija y sus tres nietos. “Es la primera vez en mi vida que tengo una casita propia”, dijo con notoria alegría en los ojos.
Doña Carmen no olvida agradecer de todo corazón al Gobernador, a Diana Posada, representante de la mesa de víctimas, y a toda la comitiva que colaboró incansablemente en este proyecto. Su mensaje es claro: “Hay que tener paciencia, pero esto es un resultado hermoso”.
Este proyecto de Bloqueras Comunitarias, que es parte de la Revolución de la Vivienda en Caldas, es un faro de esperanza que ilumina el camino hacia un futuro prometedor para las familias más vulnerables del departamento. La entrega de estas viviendas es una celebración del espíritu resiliente de Caldas y un testimonio de que, juntos, podemos construir un mejor mañana.
La inspección realizada por el Gobernador incluyó también 29 viviendas en zonas rurales de Manizales; cuatro viviendas en Pácora; dos en Salamina; cuatro en Manzanares; tres en Chinchiná y una en San José.
De estas 53 viviendas visitadas, 24 ya están listas para ser habitadas por sus nuevos propietarios, marcando un logro significativo en la ambiciosa apuesta del Gobernador.